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Mostrando entradas de agosto, 2010

Frases perdidas en diálogos a solas 4.

Soy un hombre enamoradizo. Me enamoro casi todos los días y a todas horas. Estoy, por decir algo, enamorado de tu húmedo ser, de la húmeda tierra y de la humedad de nuestras nostalgias humanas. Esta noche, me enamoró la reacción química que ocurrió sobre tu bici verde. Un oxidamiento que le ha entregado en besos la lluvia y entre caricias el olvido. Y ayer, por ejemplo, me sentí en eterno amor con un espejo formado por la lluvia  sobre el piso mojado. Podía ver la ropa interior de mis vecinas.  Tan alto era el grado de amor que decidí trasvestirme a las 6:00 p.m. Saqué del cajón el espíritu  sensual de un escritor que tiene como oficio ser carnicero y lo hice mío en una hoja. Le pinte mis besos al sellarla. Pero soy un hombre enamoradizo y me enamoran la s mujeres que  sonríen. Estoy, por decir algo, enamorado del aroma que guarda la ropa al sacarla del clóset. 

Monstruoso roedor mordiendo mis entrañas.

      Tienes algo y no sabes cómo llamarlo. Has aprendido a vivir a su lado, lo has cuidado,  lo has alimentado y lo has sentido desplazarse al tiempo de un caracol sobre tu pecho. El día exacto de su establecimiento no lo sabes. Tal vez se trate de aquello a lo que algunos llaman mancha de nacimiento. Incluso, no habría tenido ninguna relevancia, pero tarde o temprano empieza  a sentir la vanidosa necesidad de querer que se hable de él.                Sales corriendo en dirección a tu habitación, al llegar muerdes la almohada llenándola de lágrimas y tiras puñetazos al aire. Aquella cosa abre los ojos poco a poco. Su saliva está en la tuya. Sus palabras en tu oído.Tienes su saliva en tu oído. Retorcido sabes que no todos los niños sabemos que a solas podemos convertirnos en monstruos de cualquier tipo.  Monstruos tallados a mano por monstruos. Tienes nauseas, contracciones abdominales y esa tos que no puedes parar. Las viseras apestadas suben por tu garganta, tu lengua está paral